¿Qué es la Inclusión Social?

Siempre que escuchamos la palabra "inclusión" pensamos en las minorías. Relacionamos el término con una pequeña parte de la agenda gubernamental en la que se toma en cuenta a esos sectores de la población menos favorecidos o excluidos.

La realidad es que la Inclusión Social no proviene de las agendas gubernamentales, sino de un ejercicio ciudadano en el que la sociedad civil se organiza para tomar decisiones en el ámbito público fuera de las estructuras gubernamentales.

En tal sentido, ONGs, sindicatos, colegios profesionales, asociaciones de vecinos, colectivos LGBT, grupos religiosos, organizaciones deportivas y hasta las universidades, funcionan como mediadores entre individuos y Estado, defendiendo y vigilando la aplicación efectiva de derechos y planteando nuevas demandas sociales ante las estructuras gubernamentales estatales.

En palabras de Alain Touraine (aun cuando piense que “La centroderecha es la única opción para América latina” y yo no esté de acuerdo, porque pienso que la Acción Social y Política en beneficio de un país, es más importante que las ideologías): "La existencia de una sociedad civil diferenciada de la sociedad política es un prerrequisito para la democracia. Sin ella, no hay Estado legítimo".

La tan nombrada "Democracia Participativa", no es otra cosa que aquella en la que los ciudadanos tienen una mayor participación en la toma de decisiones políticas, mediante el diálogo entre ésta Sociedad Civil organizada y el gobierno, de tal modo que el Estado abandona su status de superioridad para comportarse como un actor social más, en el mismo nivel que el resto, con el fin de negociar y alcanzar un consenso compartido entre los diferentes actores sociales, incluido el Estado.

Pese al esfuerzo que realizan muchas organizaciones civiles, en Venezuela no salta a la vista esa conjunción entre sociedad y Estado, ya que, más que nunca, éste se muestra como un gobierno omnipotente en la toma de decisiones del país, motivo por el cual es de suma importancia la participación ciudadana y el interés colectivo en la resolución de los problemas que nos aquejan.

Venezuela no es un país (y nunca lo ha sido), en el que tiene que prestarse atención exclusiva a las minorías, aun creyendo -equivocadamente- que la Inclusión Social sea un término político para atender las necesidades de los excluidos. Es más bien un país con muchos problemas a todo nivel. Si bien las políticas no han sido amigables con los más necesitados en términos económicos, tampoco lo han sido con los discapacitados, los ancianos, los discriminados (en todo su abanico de posibilidades) o con el ciudadano común no incluido en ninguno de estos grupos. Todos estamos sometidos al malestar que nos produce la no adecuación de las políticas públicas a nuestras necesidades cotidianas.

Nadie, mejor que nosotros, conoce nuestras necesidades, pues los venezolanos somos los que vivimos a diario al país sin maquillaje. Interesarse y participar es la forma en la que dejaremos de vivir en un país en el que todos, de alguna forma, hemos sido excluidos.